El Papa Benedicto XVI recordó esta mañana a los prelados de la Conferencia Episcopal de Bangladesh que se encuentran en su visita ad limina, que "la integridad personal y la santidad de vida son ingredientes esenciales del testimonio de los obispos".
"Los obispos están llamados a ser pacientes, dóciles y amables en el espíritu de las Bienaventuranzas. De ese modo pueden hacer que los demás vean las realidades humanas a la luz del Reino de los Cielos. Buena parte de vuestras gentes sufren a causa de la pobreza, del aislamiento o la discriminación y esperan de vosotros una guía espiritual que les lleve a reconocer en la fe y a experimentar con antelación que para Dios son bienaventurados", expuso el Santo Padre.
Seguidamente explicó que "para la transmisión eficaz de la fe" es necesaria la actividad de los catequistas, ya que "juegan un papel central a la hora de preparar a las personas a recibir los sacramentos" para que más tarde "los hombres y mujeres que se preparan al sacramento del matrimonio lo reconozcan como una alianza para toda la vida de amor fiel y como un camino de santidad".