Desde este 1 de julio, los cientos de miles de peregrinos que cada año llegan a la localidad italiana de San Giovanni Rotondo siguiendo los pasos del santo Padre Pío de Pietrelcina, podrán rezar en la segunda iglesia más grande del mundo, un imponente templo dedicado al querido sacerdote.
Con una Misa solemne concelebrada por diez cardenales, 120 obispos y 500 sacerdotes, la nueva Iglesia de San Pío abrirá por primera vez sus puertas en este día.
Superada en tamaño solo por la basílica vaticana de San Pedro, la nueva iglesia destronó a la Catedral San Pablo de Londres, fue proyectada por el famoso arquitecto Renzo Piano, y puede albergar a unos siete mil feligreses en su interior y más de 30.000 en la explanada construida frente al templo.