En un mensaje escrito dirigido a los miembros de la Congregación de la Santa Cruz, el Papa Juan Pablo II pidió a esta comunidad misionera iluminar con la pobreza al mundo materialista de hoy.
El Papa recuerda en la carta que en estos días el Capítulo de la congregación que se realiza en Roma analizará su identidad “como religiosos consagrados y estudiarán la mejor forma de defender su patrimonio espiritual, adaptándolo a las mutables situaciones culturales e históricas de nuestros días”.
“En 1837 -escribe el Santo Padre- vuestro fundador, el venerable Basil-Antoine Moreau, respondió con generosidad y sabiduría a las necesidades de la época turbulenta en que vivió, dedicándose, al igual que sus hijos espirituales a la tarea de renovar y reforzar a la sociedad francesa mediante la predicación del evangelio, la educación y la ayuda a los necesitados”.