También ha precisado que la muerte es "siempre dolorosa y provoca en nosotros, en expresión del Concilio Vaticano II, innumerables interrogantes como máximo enigma que es de la vida humana, es mucho más dolorosa todavía la muerte inesperada de cuatro personas en la plenitud de su existencia".
Sin embargo el Prelado ha subrayado que "la Palabra de Dios que alimenta la fe, responde a nuestros enigmas y conforta nuestros corazones" y la esperanza de la resurrección "nos consuela la seguridad que nos da nuestra fe: ellos no sólo perviven en nuestro recuerdo y en nuestro afecto. Siguen viviendo en sus almas inmortales, que al final de los tiempos se unirán a sus cuerpos hoy rotos, pero que al final de los tiempos resucitarán".
Mons. Asenjo también ha pedido que se rece por los dos compañeros gravemente heridos y "el consuelo, la paz y la fortaleza" para los familiares de las víctimas y que "la investigación que ahora se abre evite futuros accidentes y que se procure la estabilidad laboral de los empleados de Airbus".