En su discurso esta mañana a los prelados de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Brasil (CNBB) de la región norte 1 y noroeste en visita ad limina, el Papa Benedicto XVI señaló que la Iglesia Católica no trabaja para sí misma, sino que sirve a Cristo y en este sentido invita a todos los hombres a edificar su vida en Él.
Tras elogiar los esfuerzos de los obispos, que "careciendo a menudo de los medios adecuados" llevan "la Buena Nueva de Jesús a todos los rincones de la selva amazónica, conscientes de que Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen a conocer la verdad", el Papa dijo que "Dios puede lograr esta salvación por formas extraordinarias que sólo Él conoce".
"Sin embargo –explicó– si su Hijo vino, fue precisamente para mostrarnos con su palabra y su vida, los caminos ordinarios de salvación, y nos mandó transmitir esta revelación a los demás con su propia autoridad. Por lo tanto, no podemos evitar este pensamiento: los hombres podrían salvarse por otras vías, gracias a la misericordia de Dios, sin el anuncio del Evangelio. Pero ¿puedo salvarme si por negligencia, temor, vergüenza o ideas erróneas dejo de anunciarlo?".