El representante del Vaticano ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, explicó que la reciente resolución sobre la "orientación sexual e identidad de género" aprobada en este organismo internacional es parte de una agenda que busca restringir la libertad de la Iglesia.
"La resolución marca un cambio. Se ve como el comienzo de un movimiento dentro de la comunidad internacional y las Naciones Unidas para incluir derechos de los homosexuales en la agenda global de derechos humanos", explicó Mons. Silvano Tomasi, jefe de la Misión Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, en una entrevista concedida por correo electrónico a ACI Prensa.
El Arzobispo expresó su preocupación porque las legislaciones que surjan a partir de la resolución pueden degradar socialmente al matrimonio y la familia al ponerlos al mismo nivel que las uniones homosexuales.