El experto en el comportamiento humano de la sociedad, Profesor Mario Pollo analizó el pasado 5 de diciembre junto al Pontificio Consejo para los Laicos del Vaticano, los aspectos beneficiosos y perjudiciales que las comunidades virtuales ofrecen a las nuevas generaciones.

Desde hace años Pollo analiza cómo las transformaciones de los medios de comunicación influyen en los procesos de construcción del ser humano y las nuevas generaciones.

Según explica, las relaciones virtuales permiten aumentar el número de relaciones, prolongarlas en el tiempo, pero no permiten profundizar en ellas hasta el punto de convertirlas en auténticas.

“Estas nuevas comunidades tienen el problema de que por un lado enriquecen las relaciones con la persona, pero por el otro lado la empobrecen, porque cuando una relación no tiene el contacto físico personal pierde muchas dimensiones comunicativas y existenciales”, indicó Pollo en una entrevista concedida a ACI Prensa el pasado 5 de diciembre.

“El problema es que estas comunidades deberían vehicular las comunidades reales, es decir, que los jóvenes que se encuentran en el ámbito virtual se encuentren y tengan comunicaciones reales, cara a cara, y no solo de manera virtual”, añadió.

El experto comenzó su particular recorrido en el año 1967, se licenció en cibernética pero su pasión le llevó a trabajar en el campo de la psicología y, años más tarde, comenzó a dar clases en la Universidad LUMSA de Roma enseñando “Psicología de la comunicación y del lenguaje”, y después “Pedagogía sobre las transformaciones culturales”.

Analizando el comportamiento de los nuevos grupos cristianos que cada día crecen más en la red, Pollo aseguró que estos enfrentan el peligro de perder el aspecto sustancial de su religión: entrar en una relación auténtica con la humanidad.

“Uno de los principios de la educación de los grupos cristianos debería ser el de hacer un recorrido para llegar a construir recíprocamente relaciones auténticas, porque si falta esto no se es una verdadera comunidad”, expresó.

En este sentido, indicó que la relación auténtica con el otro, significa descubrir la diversidad recíproca y aceptarla y vivir la diversidad del otro no como una amenaza, sino como una riqueza para la vida.

“Entonces, contribuir esta autenticidad de relación tiene un efecto beneficioso tanto a nivel social, como personal, porque ayuda a las personas a madurar y hacer crecer su individualidad y su humanidad, y esto es necesario, porque si no se corre el riesgo de no dar a la persona a tener la riqueza de la relación con los demás”, afirmó.

Pollo conversó con ACI Prensa durante la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para los Laicos, celebrada en Roma del 5 al 7 de diciembre, sobre el tema “Anunciar a Cristo en la era digital”.

Sobre este tema, uno de los miembros del Pontificio Consejo para los Laicos, Enrique Elías Dupuy, explicó a ACI Prensa que la Iglesia también está presente en la red y la considera una herramienta para reforzar la identidad católica a nivel global.

“La red ofrece muchas cosas, el Papa por ejemplo, está presente en todos lados y hay un montón de gente que se está convirtiendo gracias a que están viendo al Papa en las redes sociales, en la televisión, en los medios”, y “ofrece una oportunidad de oro para una presencia valiente y auténtica de una identidad católica”.

Por otro lado Elías señaló que la red también puede traer problemas, como por ejemplo la pornografía, pero recordó que hay que diferenciar entre la cizaña y el trigo, y “junto a los problemas están las posibilidades y estamos hablando de las increíbles posibilidades que trae la red”, concluyó.