El caso de Leandro Rodríguez Lastra, médico declarado culpable por evitar un aborto en Argentina, constituye una "persecución ideológica" para amedrentar a los médicos, denunciaron expertos.
En mayo de 2017 Rodríguez Lastra, ginecólogo de turno del Hospital Pedro Moguillansky de la ciudad de Cipolleti, no realizó el aborto de un bebé de 23 semanas de gestación y estabilizó la vida de su madre de 19 años, que llegó con fuertes dolores por la ingesta de misoprostol administrado por la organización La Revuelta.
Si bien, el embarazo de la joven fue producto de una violación, una causal que permite acabar con la vida de un no nacido según el protocolo de aborto no punible, el bebé pesaba más de 500 gramos por lo que realizar el procedimiento en esas condiciones constituía un alto riesgo de vida para la madre y el niño.