Al recibir esta mañana a los obispos de Lituania, Letonia y Estonia en visita ad limina, el Papa Benedicto XVI recordó que el “Evangelio no atenta contra la libertad humana y el auténtico progreso social” sino que por el contrario, renueva a la sociedad con “la dulce y exigente ley del amor”.
El Santo Padre precisó que el Evangelio "no atenta contra la libertad humana y el auténtico progreso social; al contrario, le ayuda a realizarse plenamente y renueva la sociedad a través de la ley dulce y exigente del amor" y también que “una modernidad que no esté enraizada en auténticos valores humanos está destinada a ser dominada por la tiranía de la inestabilidad y de la desorientación. Por eso, cada comunidad eclesial está llamada a ser punto de referencia y a dialogar con la sociedad".
Asimismo, advirtió que "mientras no se han cerrado del todo las heridas que el comunismo ha producido en vuestras poblaciones, crece la influencia de un secularismo que exalta los espejismos del consumismo y que hace del ser humano la medida de sí mismo. Todo esto hace aún más difícil vuestra acción pastoral, pero sin perder la confianza proseguid incansablemente en el anuncio del Evangelio de Cristo, palabra de salvación para los seres humanos de todos los tiempos y de todas las culturas".