En un comunicado oficial, la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) exigió saber si el sacerdote César Darío Peña, secuestrado hace casi cuatro meses por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), está vivo o muerto y demandó la inmediata liberación de todos los plagiados en el país.
En un escueto pero enérgico texto, el Episcopado –reunido en Asamblea Plenaria en Bogotá- se solidarizó “con la diócesis de Santa Rosa de Osos y con la familia del padre César Darío Peña García, secuestrado el 16 de marzo pasado por un grupo de las FARC en su parroquia de Raudal, corregimiento del municipio de Valdivia, en Antioquia”.
Los obispos exigieron tres puntos a los violentos: