Al concluir el rezo del Ángelus, el Papa Benedicto XVI pronunció enérgicas y sentidas palabras a favor de los cristianos perseguidos en Irak, especialmente en la región de Mosul, ante la creciente indiferencia de las autoridades.
"He conocido con profunda tristeza las trágicas noticias de los recientes asesinatos de cristianos en la ciudad de Mosul y he seguido con viva preocupación otros episodios de violencia perpetrados en esa martirizada tierra iraquí contra personas inermes de diferentes religiones", dijo el Santo Padre ante las más de 50,000 personas congregas este mediodía en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice explicó que en los días de Ejercicios Espirituales de la Curia que concluyeron el sábado, ha rezado por las víctimas y por la paz y la restauración de la seguridad Irak.