En el discurso que dirigió a los oficiales y abogados de la Sacra Rota Romana con ocasión de la inauguración año judicial en el Vaticano, el Papa Juan Pablo II señaló que el vínculo matrimonial debe considerarse válido a menos que se demuestra fehacientemente lo contrario.
El Pontífice centró el discurso de este año en torno al tema del “favor iuris” del matrimonio y la presunción de validez en caso de duda, declarada por el canon 1060 del Código de Derecho Canónico y el canon 779 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales.
Juan Pablo II afirmó que el “’favor iuris’ del matrimonio implica la presunción de validez hasta que no se demuestre lo contrario”. Dicha presunción, añadió, “no se puede interpretar como mera protección de las apariencias o del ‘status quo’ en cuanto tal, porque dentro de los límites razonables está prevista la posibilidad de impugnar el acto”.