El Obispo Caldeo de Aleppo y Presidente de Cáritas Siria, Mons. Antoine Audo, denunció que diariamente la gente se está muriendo de hambre y que constantemente se les ve corriendo por las calles de la ciudad "con bolsas en la mano, buscando un poco de pan".

"Se va adelante día a día. Tengo la impresión de que la gente está cada vez más agotada. Todos se han vuelto pobres y van siempre en busca de algo de comer para ellos y su familia", dijo el Obispo a la agencia Fides.

Mons. Audo señaló que la situación de emergencia que afecta actualmente Siria también afecta a las iglesias de Aleppo y cientos de familias cristianas están obligadas a huir de la zona de Cheikh Maksoud, que en los últimos días fue ocupado por los rebeldes.

El Obispo católico de rito oriental además aseguró que "se desconoce el destino de los dos sacerdotes: el P. Michel Kayyal, armenio católico, y del P. Maher y Mahfouz, greco ortodoxo, que fueron secuestrados hace dos meses por un grupo de personas armadas en la carretera que conduce desde Aleppo a Damasco".

El Prelado afirmó que en medio de la anarquía de la guerra "muchos buscan a Dios y piden la paz desde el corazón en la oración".

Mons. Audo informó que el "jueves por la tarde se celebrará una misa por los cristianos desplazados de Cheikh Maksoud, con los sacerdotes y obispos que logren venir. Después habrá una distribución de ayudas a los refugiados organizada por Cáritas Siria".