Según cifras de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), con el asesinato de dos sacerdotes en la diócesis de Ocaña, la cifra de presbíteros muertos por la violencia en los últimos cinco años subió a 32.
En declaraciones a la prensa, el Secretario General del Episcopado, Mons. Fabián Marulanda, expresó su preocupación por la falta de respeto hacia los sacerdotes y religiosas en las zonas de conflicto.
"Aunque las organizaciones guerrilleras han sido complacientes en no obstaculizar la misión de los agentes de la Iglesia, con mucha frecuencia ellos son amenazados o son conminados a salir de las regiones", afirmó el Obispo y relató que con frecuencia los prelados exhortan a sus sacerdotes para que no corran riesgos en sus viajes a zonas apartadas y conflictivas, en donde suelen ser la única voz de alivio.