El 10 agosto se celebra al glorioso mártir San Lorenzo, quien es patrono de diáconos y servidor de los pobres y ciegos. Antes de morir el santo curó a numerosos invidentes.
En la tradición de la Iglesia se cuenta que el Papa Sixto II nombró al español San Lorenzo como responsable de las obras de caridad de la Diócesis de Roma y por ello estuvo siempre cercano al sufrimiento de los más necesitados.
Por ese entonces el emperador Valeriano ordenó la muerte del clero católico y el Santo Padre fue apresado. Mientras era llevado a la cárcel, su fiel diácono Lorenzo caminaba tras el Pontífice rogándole ir con él.