Al presidir la Misa este jueves en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó que el espíritu de la curiosidad mundana, que busca saber por saber y cosas cada vez más extrañas o inusuales, aleja de la verdadera sabiduría, la gloria, la paz y la belleza de Dios.
La curiosidad, dijo el Santo Padre, impulsa a querer sentir que el Señor está acá o allá; o nos hace decir: "pero yo conozco a un vidente, a una vidente, que recibe cartas de la Virgen, mensajes de la Virgen. Pero, mire, ¡la Virgen es Madre! Y nos ama a todos nosotros. Pero no es un jefe de la oficina de Correos, para enviar mensajes todos los días".
"Estas novedades –afirmó el Papa– alejan del Evangelio, alejan del Espíritu Santo, alejan de la paz y de la sabiduría, de la gloria de Dios, de la belleza de Dios". Porque "Jesús dice que el Reino de Dios no viene para atraer la atención: viene en la sabiduría".