El Papa Francisco volvió posicionarse contra el aborto este sábado 2 de febrero y aseguró que "extinguir la vida voluntariamente mientras está floreciendo es, en cualquier caso, una traición a nuestra vocación, así como al pacto que une a las generaciones, pacto que nos permite mirar hacia adelante con esperanza".
Durante una audiencia que concedió en el Vaticano al Movimiento por la Vida, el Santo Padre subrayó que "donde hay vida, hay esperanza. Pero si la vida misma es violada cuando surge, lo que queda ya no es el recibimiento agradecido y asombrado del regalo, sino un cálculo frío de lo que tenemos y de lo que podemos disponer".
No obstante, aseveró que "los concebidos son hijos de toda la sociedad, y su asesinato en un número enorme, con la aprobación de los Estados, constituye un grave problema que socava en su base la construcción de la justicia, comprometiendo la solución adecuada de cualquier otra cuestión humana y social".