En la tarde de ayer, el Papa Francisco se encomendó a la protección de la Virgen en la Basílica Santa María la Mayor por su viaje apostólico a Río de Janeiro y por los jóvenes que ahí se reunirán, y los que seguirán la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en todo el mundo.

El Santo Padre llegó a la Basílica en una visita no programada, y rezó ahí en silencio, por un espacio de media hora. A continuación ofreció a la Virgen un ramo de flores y encendió un cirio con el lema de la JMJ Río 2013.

Francisco entró al templo por la puerta lateral , y se dirigió a la capilla con la imagen de la Virgen "Salus Populi Romani" (Protectora del Pueblo Romano), precisamente la misma que, en una copia contemporánea, es uno de los iconos de la Jornada Mundial de la Juventud, tras ser donada por Juan Pablo II en 2003.

Ante las personas y sacerdotes presentes en la Basílica, el Papa les pidió que acompañen "con la oración, la confianza y la penitencia" su viaje a Brasil y su encuentro con los jóvenes de todo el mundo.