El Papa Francisco hizo un llamado a desarrollar una nueva política de producción energética que sea limpia y que permita el acceso seguro a la energía a todas las personas, para evitar así situaciones de inseguridad energética y de deterioro medioambiental. "Hemos recibido del Creador una casa-jardín, no la convirtamos en un lugar salvaje".
El Santo Padre realizó este llamamiento durante el discurso que pronunció ante los participantes en el Simposio para los directivos de las principales empresas del sector petrolífero, del gas natural y de otras actividades empresariales relacionadas con la energía, a los que recibió en el Vaticano.
En su discurso, Francisco lamentó que "todavía hay demasiadas personas que no tienen acceso a la electricidad, se habla de más de mil millones de personas", en un contexto en el que "muchos de los ámbitos de nuestras vidas están condicionados por la energía".