El Papa Francisco dijo esta mañana que "la oración del hombre humilde es la debilidad de Dios" en la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la capilla de la Casa Santa Marta en donde reside.
En la primera lectura, recordó el Papa, se relata la opresión del pueblo judío en Egipto. El Señor sale en defensa de los hebreos lo hace "como un guerrero implacable (…) que salva a su pueblo. Salva y renueva todo" porque "ha escuchado la oración de su pueblo, porque ha sentido en el corazón que sus elegidos sufrían".
"Esta es la fuerza de Dios. ¿Y cuál es la fuerza de los hombres? ¿Cuál es la fuerza del hombre? La de la viuda (del Evangelio que pide justicia): tocar el corazón de Dios, tocar, pedir, lamentarse de tantos problemas y tantos dolores y pedirle al Señor la liberación de estos dolores, de estos pecados, de estos problemas. La fuerza del hombre es la oración y también la oración del hombre humilde es la debilidad de Dios. El Señor es débil solo en esto: es débil ante la oración de su pueblo".