"Una Iglesia en salida, misionera, es una Iglesia que no pierde el tiempo en llorar por las cosas que no funcionan, por los fieles que ya no tiene, por los valores de antaño que ya no están. Una Iglesia que no busca oasis protegidos para estar tranquila; sino que solo desea ser sal de la tierra y fermento para el mundo. Sabe que esta es su fuerza, la misma de Jesús: no la relevancia social o institucional, sino el amor humilde y gratuito", dijo el Papa.
Tres modelos para el Mes Misionero Extraordinario
Finalmente, el Santo Padre señaló que durante este Mes Misionero Extraordinario de octubre, mes del Rosario, seremos acompañados por los modelos de una religiosa, un sacerdote y una laica: Santa Teresa del Niño Jesús, San Francisco Javier y la venerable Paulina Jaricot, "una trabajadora que sostuvo las misiones con su labor cotidiana: con el dinero que aportaba de su salario, estuvo en los inicios de las Obras Misionales Pontificias" e interrogó: "Y nosotros, ¿hacemos que cada día sea un don para superar la fractura entre el Evangelio y la vida? Por favor, no vivamos una fe "de sacristía".
Por este motivo, el Papa Francisco propuso una enseñanza con estos tres modelos, quienes dicen que "nadie está excluido de la misión de la Iglesia". "Sí, en este mes el Señor te llama también a ti. Te llama a ti, padre y madre de familia; a ti, joven que sueñas cosas grandes; a ti, que trabajas en una fábrica, en un negocio, en un banco, en un restaurante; a ti, que estás sin trabajo; a ti, que estás en la cama de un hospital... El Señor te pide que te entregues allí donde estás, así como estás, con quien está a tu lado; que no vivas pasivamente la vida, sino que la entregues; que no te compadezcas a ti mismo, sino que te dejes interpelar por las lágrimas del que sufre".