Tras el rezo del Ángelus este domingo en el Vaticano, el Papa Francisco lamentó la muerte de decenas de personas sepultadas en la aldea china de Xinmo, el pasado sábado 24 de junio, después de que las fuertes lluvias registradas en la región provocaran un deslizamiento de tierra.
"Expreso mi cercanía a la población del pueblo chino de Xinmo, golpeado ayer por la mañana por un corrimiento de tierra causado por las fuertes lluvias. Rezo por los difuntos y por los heridos, y por todos aquellos que han perdido sus casas. Dios conforte a las familias y ayude a los equipos de socorro", indicó el Santo Padre.
El desastre natural tuvo lugar a primera hora de la mañana cuando parte de la montaña, en cuya base se asentaba la aldea, se desprendió y provocó un alud de rocas y barro sobre la población.