A partir de este mes de marzo y por decisión del Papa Francisco, el jardín Barberini de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo -que hasta ahora permanecía cerrado al público-, será puesto a disposición de los peregrinos y los turistas que llegan a Roma.
Tradicionalmente, estos jardines fueron de uso privado para los Pontífices, quienes solían pasar los meses más cálidos del año en el Palacio Pontificio de Castel Gandolfo, situado a 25 kilómetros de Roma.
Durante el pasado verano europeo, el Papa Francisco prefirió permanecer en su residencia habitual en el Domus Santa Marta del Vaticano.