Con motivo de la clausura del XXIV Congreso Eucarístico Nacional realizado en Bari, su santidad Benedicto XVI celebró la Santa Misa y en las palabras dirigidas a los participantes recordó que el Señor Jesús no nos deja solos, sino que permanece con nosotros siempre.
En el curso de una extensa y emotiva homilía, el Santo Padre recordó a todos los presentes que “el Señor no nos deja solos en este camino. Él está con nosotros; es más, Él desea compartir nuestra suerte hasta ensimismarse con nosotros”. Sobre la dificultad de algunas personas que en los tiempos de Jesús decían “¿Cómo puede darnos de comer de su carne?” el Santo Padre hizo explícito que “tal aproximación se ha repetido tantas otras veces en el curso de la historia".
"Se diría que, en el fondo, la gente no quiere tener a Dios tan cerca, tan a la mano, tan partícipe de sus acciones. La gente lo quiere grande y, en definitiva, mejor lejos de sí”. Y recordando la actitud de Cristo, el Papa hizo notar que “ha mantenido firme la propia afirmación". "Se ha mostrado dispuesto a aceptar la defección de los mismos discípulos, con tal de no cambiar en nada la concretes de su discurso”.