"El hombre –precisó el Papa– tiene necesidad de eternidad, y cualquier otra esperanza para él es demasiado breve, demasiado limitada. El hombre sólo tiene explicación si hay un Amor que supere todo aislamiento, incluso el de la muerte, en una totalidad que trascienda también el espacio y el tiempo".
La nota de Radio Vaticana señala que Benedicto XVI subrayó que "el hombre es explicable, encuentra su significado más profundo, sólo si hay Dios. Y nosotros sabemos que Dios ha salido de su lejanía y se ha acercado, y ha entrado en nuestras vidas y nos dice: ‘Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí no morirá jamás’".
"Pensemos por un momento en la escena del Calvario y rememoremos las palabras que Jesús, desde lo alto de la Cruz, dirige al ladrón crucificado a su derecha: ‘En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso’. Pensemos en los dos discípulos en el camino de Emaús, cuando después de haber compartido una parte del camino con Jesús Resucitado, lo reconocen y parten de inmediato hacia Jerusalén para anunciar la Resurrección del Señor".
Dios, dijo el Papa, "realmente se ha mostrado, se ha hecho asequible, de tal manera ha amado el mundo ‘que entregó a su Unigénito, para que todo aquel que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna’, y en el supremo acto de amor de la Cruz, sumergiéndose en el abismo de la muerte, la ha vencido, ha resucitado y nos ha abierto también a nosotros las puertas de la eternidad".