Después de una infancia y una adolescencia anticlerical y de odio a la Iglesia, el hoy presbítero Juan José Martínez, revela cómo descubrió "que Dios existe y me quiere como su sacerdote".
"Los domingos por la mañana me asomaba al balcón de mi casa y cuando la gente pasaba camino a Misa yo les escupía. Les decía que la Iglesia era una secta que quería su dinero", explicó este sacerdote de la Diócesis de Almería (España).
Los padres del P. Juan José no eran creyentes y no había recibido ninguna formación religiosa pero asegura que no le criaron en la intolerancia. De hecho, señala que no sabe de dónde sacó todas esas ideas, porque la percepción que tenía de la Iglesia y de Dios era la de una "multinacional que con sucursales en cada barrio para sacar dinero, era como una secta".