Al recibir este mediodía (hora local) a los participantes de la asamblea plenaria de la Congregación para la Educación Católica, el Papa Benedicto XVI señaló que la educación es un actor de amor en medio de un mundo que considera peligroso hablar de la verdad, rechazando los valores básicos de la vida.
En su discurso el Papa dijo que "los temas abordados en estos días tienen como denominador común la educación y la formación, que hoy son uno de los retos más urgentes que la Iglesia y sus instituciones deben afrontar".
"La labor educativa parece ser cada vez más difícil porque, en una cultura que con demasiada frecuencia hace del relativismo su credo, falta la luz de la verdad; es más, se considera peligroso hablar de verdad, llevando a dudar de los valores básicos de la vida personal y comunitaria".