Al inicio de la cuarta jornada de su viaje apostólico a Brasil, el Papa Benedicto XVI visitó esta mañana la iglesia del centro de rehabilitación para tóxico dependientes Hacienda de la Esperanza, en Guaratinguetá, a 30 kilómetros de Aparecida, y afirmó que "allí donde la sociedad no ve más futuro o esperanza, los cristianos están llamados a anunciar la fuerza de la resurrección".
En la finca de 250 hectáreas, que acoge actualmente a unos 200 adictos en tratamiento basado en labores en el campo, oración, sacramentos y meditación, se encontraban desde tempranas horas unas siete mil personas, entre ellas unos dos mil rehabilitados.
Tras saludar a las hermanas clarisas que están a cargo de esta obra, el Santo Padre señaló que "justamente aquí en esta Hacienda de la Esperanza, donde se encuentran tantas personas, principalmente jóvenes, que buscan superar el problema de las drogas, del alcohol y de la dependencia de las drogas, se testimonia el Evangelio de Cristo en medio de una sociedad consumista alejada de Dios".