La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán. La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.
La comunidad cristiana vive "una profunda angustia y confusión", según informó Fides, no se define correctamente la "blasfemia", se puede incriminar a cualquiera que no esté de acuerdo con esta ley, y al mismo tiempo los extremistas islámicos invitan abiertamente a la "guerra santa", a la desobediencia civil y al homicidio.
Muchos mullah utilizan el sermón de los viernes para transmitir mensajes hostiles para acrecentar la tensión social e interreligiosa, incluso algunos piden "el uso de la bomba atómica nuclear contra la India, en nombre de la guerra santa en la región de Cachemira", según informó la Comisión Asiática de Derechos Humanos a Fides.