El Departamento de Pastoral Social de la Diócesis de San Carlos de Bariloche señaló que por el bien de las personas, las familias y la sociedad, se debe distinguir claramente las actividades lúdicas, como son la recreación y el deporte, de las adicciones que son sembradas por los distintos juegos de azar.
En el documento titulado:"El juego ¿De una sana diversión a una peligrosa adicción?", el organismo indicó que los juegos de casino facilitan la adicción patológica, afectan especialmente a las familias más pobres, que "ven allí la solución mágica a sus problemas económicos y a los jóvenes que son atrapados por el egoísmo de un juego esencialmente individualista y que atenta contra la cultura del trabajo y contra la solidaridad".
Asimismo aclaran que si bien la diversión y el juego "pueden ser algo muy positivo y digno de ser fomentado", sostienen que el juego "puede desvirtuarse y convertirse en una actividad riesgosa para el pleno desarrollo de la persona y de la sociedad, especialmente cuando se basa en apuestas".