Sin embargo, "nos seguimos preguntando qué proceso judicial se le inició al grupo que administró misoprostol a la madre embarazada y que actuó por fuera de la ley. Se realizó ejercicio ilegal de la medicina y no vimos a la justicia accionar en esa dirección", subrayó.
Al consultar si este caso sienta precedentes en temas como la eutanasia, Mancino alertó que las "verdaderas víctimas de esta cultura de la muerte, del progresismo disfrazado de modernismo" son "los enfermos terminales y las mujeres que sufren ante no sentirse apoyadas en una situación de vulnerabilidad".
"Lo que está en crisis es el hombre, la persona, inmersa en ese dolor psíquico, emocional y físico que tal vez busca una salida efímera de ella. Hay principios claros contra todo lo que haga daño a la integridad física o la vida misma y los médicos seguiremos estando allí para aliviar, acompañar, curar y sostener la mano de nuestro paciente, pero nunca para matarlo", reiteró Mancino.
"El paciente debe tener en claro que hay soluciones superadoras, instancias médicas como los cuidados paliativos y la terapia del dolor en el caso de enfermos terminales y acompañamiento de la mujer, mejora en la maternidad, entre otros; que las ciencias médicas avanzan en la mejora de este acompañamiento al ser humano. Los médicos estamos para respetarles la vida a las personas, evitar dañarlos, cuidarlos y asistirlos con todo respeto y dignidad", concluyó.