Voceros de la Iglesia Católica en Brasil han manifestado su preocupación por la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF), de debatir una petición para permitir la realización de abortos en casos de bebés con anencefalia, una anomalía que impide la formación del cerebro.
La petición para autorizar esos abortos fue presentada a la corte por la Confederación de Trabajadores de la Salud (CTS) en junio del año 2004, bajo el argumento de que en los últimos años se han emitido autorizaciones judiciales regionales que permiten el aborto cuando los exámenes médicos comprueban la presencia de anencefalia.
La CTS argumenta que esos bebés mueren en el período intrauterino en más del 50 por ciento de los casos. En otros sobreviven poco tiempo después del parto.