Los órganos informativos oficiales de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y algunos políticos locales criticaron enérgicamente que los líderes de los países occidentales hayan permanecido en silencio frente a las amenazas e insultos de comunidades musulmanas contra el Papa Benedicto XVI.
El Servicio Informativo Religioso (SIR) de la CEI se solidarizó con el Pontífice y manifestó su sorpresa por “el silencio de Jefes de estado e intelectuales de naciones democráticas que en el catolicismo o el cristianismo tienen su base. Occidente no ha tenido el coraje, a parte de algún caso aislado, de defender la libertad de expresión que no niega a ninguno”.
Asimismo, el diario Avvenire, vocero de la CEI cuestionó que al imponer la idea de que Benedicto XVI “debiera pedir perdón o retractarse, sin motivos, ¿quien podría a partir de ese momento hablar, discutir u opinar, aunque sea respetuosamente de la fe islámica?”.