Como había prometido, el Papa Benedicto XVI dedicó la Audiencia General de este miércoles a desarrollar la figura de San Agustín de Hipona, comenzando por los últimos cuatro años de su vida, y recordó que los cristianos no deben abatirse ante situaciones difíciles.
El Santo Padre recordó que cuatro años antes de morir, Agustín designó a su sucesor, Heraclio Obispo de Hipona, manifestando el deseo de "dedicar los últimos años de vida a un estudio más intenso de la Sagrada Escritura".
"Fueron cuatro años de una extraordinaria actividad intelectual... en los que también intervino para promover la paz en las provincias africanas asediadas por las tribus bárbaras del sur".