Los líderes religiosos de la minoría cristiana de Irak condenaron enérgicamente el ataque terrorista contra la mezquita de Abdul Qader Al-Kilani en Bagdad, el santuario más antiguo e importante de los musulmanes sunitas de Irak.
El atentado, atribuido a extremistas musulmanes shiítas financiados por Irán, provocó la muerte de 21 personas y 66 heridos.
En un comunicado conjunto, el Patriarca católico caldeo Mar Emmanuel III Delly y el Obispo de la Iglesia Armenia Avak Asadorian, representantes del Consejo de líderes de las iglesias cristianas de Irak, condenaron enérgicamente el atentado, describiéndolo como “una ataque contra todo el Irak y todos los iraquíes si excepción, al punto de minar la unidad del país y de fomentar la discordia y la división”.