La postergación del matrimonio, la apatía por los hijos y la inestabilidad de las parejas figuran como las causas más influyentes de la catástrofe demográfica que padece Alemania.
En declaraciones difundidas por la agencia Kath.net, el director del Instituto de Demografía de Allensbach, Wilhelm Haumann, citó encuestas según las cuales el 86 por ciento de la población entre 18 y 23 años de edad y el 49 por ciento de los que tienen entre 24 y 29 años, se consideran demasiado jóvenes para tener hijos.
Además, el 47 por ciento de los menores de 30 años renuncia a tener hijos por razones financieras y a esto se suma la falta de un compromiso estable de la pareja y la ausencia de una relación duradera.