En una importante victoria pro-vida, la Corte Suprema de Estados Unidos ratificó la ley que en el año 2003 fue aprobada por el Congreso y firmada por el Presidente George W. Bush, en la que se prohibió el procedimiento conocido como aborto por nacimiento parcial en todo el país.
Con cinco votos a favor y cuatro en contra, los jueces de la Corte Suprema optaron por mantener este brutal procedimiento como prohibido y aclararon a los abortistas que solicitaron revisar el caso, que esta ley no viola el supuesto “derecho” de las mujeres a recurrir a un aborto, creado en la legislación estadounidense.
Asimismo, la sentencia precisa que prohibir este procedimiento no anula la decisión judicial de 1973 que abrió las puertas al aborto legal en el famoso caso Roe vs. Wade.