En la penúltima catequesis de su pontificado que dedicó a la Cuaresma y en lo que constituye su primera aparición pública tras anunciar su renuncia, el Papa Benedicto XVI explicó que convertirse es poner a Dios en primer lugar, superando las tentaciones de la secularización y el egoísmo.
Ante miles de fieles que abarrotaron el Aula Pablo VI en el Vaticano que acudieron para expresarle su cercanía y afecto tras el anuncio de renuncia, el Santo Padre recordó que "hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos el tiempo litúrgico de la Cuaresma, cuarenta días que nos preparan para la celebración de la Santa Pascua: es un tiempo de particular esfuerzo en nuestro camino espiritual".
El Papa explicó luego que convertirse, tarea especialísima de la Cuaresma, "significa no cerrarse en la búsqueda del propio éxito, del propio prestigio, de la propia posición, sino hacer que cada día, en las pequeñas cosas, la verdad y la fe en Dios y el amor se conviertan en la cosa más importante".