12 de mayo de 2018 / 03:49 PM
Convertirse al cristianismo en Irán, un país con más del 99% de habitantes musulmanes, puede ser un crimen castigado con más de 10 años de cárcel.
Los templos católicos en el país son monitoreados de cerca con cámaras de vigilancia para que los musulmanes no ingresen, y las escuelas religiosas tienen límites sobre lo que pueden enseñar, dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– el periodista iraní Sohrab Ahmari.
Ahmari escribe actualmente para la editorial Ignatius Press una memoria espiritual sobre su propio viaje hacia la fe católica.