El Jefe de la Comisión de Derechos Humanos del Episcopado de Canadá, Arzobispo Brendan M. O’Brien, solicitó a su gobierno que interceda para evitar que el cristiano converso del islam en Afganistán, Musa Sayed, sea ejecutado por haber cometido "apostasía" al haber renunciado a su fe musulmana.
En una misiva enviada al ministro canadiense de asuntos exteriores, Lawrence Cannon, el Prelado pide prestar atención a este "caso urgente" pues la vida de Sayed pende actualmente de un hilo.
Sayed se convirtió al cristianismo entre 2002 y 2003. Como terapeuta físico él mismo con una pierna amputada, trabajó con el Comité Internacional de la Cruz Roja durante 15 años. Se especializa en atender niños con extremidades postizas.