Las congregaciones a las que pertenecían dos monjas recientemente asesinadas en Estados Unidos han expresado su oposición a la pena de muerte para el homicida de ambas.
Así lo indicaron en una reciente declaración las congregaciones a las que pertenecían las hermanas Paula Merrill, enfermera de las Hermanas de la Caridad de Nazareth en Kentucky; y la hermana Margaret Held, también enfermera pero de las Hermanas de San Francisco en Milwaukee.
El texto conjunto del 28 de agosto señala que "queremos reiterar lo que creemos como mujeres de fe: valoramos la vida".