Continuando con las reacciones por los cien años del nacimiento de la Madre Teresa, Mons. Leo M. Maasburg, quien por años fue su consejero, confesor e intérprete, afirmó que la fundadora de las Misioneras de la Caridad "era una misionera de un amor sin confines" que con su vida enseñó que era "el lápiz en la mano de Dios".
Mons. Maasburg, actual Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en Austria, ha plasmado los momentos vividos junto a la Beata en un libro que será publicado pronto en diez lenguas.
En un breve texto hecho llegar a la agencia Fides, el Prelado afirmó que la Madre Teresa vivió el mandamiento del amor como lo hicieron los apóstoles enviados por Cristo: sin confines en su extensión geográfica y sin confines en su profundidad espiritual.