En declaraciones hechas a Radio Vaticano, el Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Arzobispo Stanislao Rylko, señaló que, gracias a la XX Jornada Mundial de la Juventud, Colonia se ha convertido en una “luz de esperanza” para Europa y el mundo.
“Esta ciudad, situada en el corazón de Europa, es una luz de esperanza ante la fuerte crisis de identidad” que vive este continente, dijo el Arzobispo polaco; y señaló que Europa “está renegando, al menos a nivel institucional, de sus propias raíces cristianas”.
El Presidente del dicasterio vaticano responsable de la JMJ, señaló además que la cita en Colonia “es todo un desafío para ellos, ya que tienen que hacer ver a todo el mundo, a través de su testimonio de fe, que el cristianismo no es sólo un glorioso pasado de nuestro continente, sino sobre todo es parte de su presente y de su futuro, ya que los jóvenes son la nueva generación de discípulos de Cristo”.