Miles de católicos ingleses enviaron cartas a la cadena British Broadcasting Corporation (BBC) para denunciar la serie de dibujos animados “Popetown” –que sería lanzada al aire próximamente–, en la que se representa al Papa Juan Pablo II como un infantil predicador saltando sobre un resorte.
Según la misma BBC, numerosas peticiones en contra del programa circularon en parroquias y algunos católicos se arriesgan incluso a ir a la cárcel por negarse a pagar la cuota de licencia televisiva obligatoria si la serie comienza a mostrarse en el verano boreal.
“No estoy dispuesto a pagar cuando el Santo Padre está ridiculizado”, afirmó el activista de derechos humanos James Mawdsley, quien se reunió en una ocasión con el Papa luego que el Vaticano interviniera en su liberación de una cárcel birmana. “No pagaré la multa de mil libras (1.400 euros), así que eso significará la cárcel. No importa”, agregó.