En una entrevista concedida al diario vaticano L’Osservatore Romano, el Cardenal Albert Vanhoye, ex secretario de la Pontificia Comisión Bíblica y seleccionado por el Papa Benedicto XVI para dar el retiro de Cuaresma a la Curia romana, señaló que los Ejercicios Espirituales son necesarios para renovarse en la propia vocación cristiana.
"La soledad de todo retiro es necesaria para la profundización personal. Encontrarse solos ante la presencia de Dios favorece una reflexión profunda. En la soledad el hombre se da cuenta de las propias aspiraciones íntimas, de las debilidades y de la posibilidad ponerse en sintonía con Dios", explicó el Cardenal, que estos días pronuncia las reflexiones sobre el tema "Acojamos a Cristo nuestro Sumo Sacerdote".
El Purpurado señaló que un tema central de la reflexión que comparte estos días con el Papa, los cardenales y demás funcionarios de la curia vaticana se centra "en el aspecto más impresionante de Jesús: el Hijo de Dios se ha hecho hermano de los pecadores, sin, evidentemente, la mínima complicidad con el pecado. Sin embargo, ha aceptado la condición provocada por los pecados humanos. No ha querido para sí una existencia apartada de los mortales comunes, sino que, por el contrario, ha buscado una existencia humilde".