El P. Luis Alberto Duacastella, secretario personal del Cardenal Jorge Mejía, aclaró que el Purpurado de 91 años no tiene nada que ver en el caso de la cocaína hallada en su automóvil oficial, sino que el auto fue confiado a Luca Di Dio, una persona que se aprovechó de la amistad del sacerdote para ofrecerse a llevar el vehículo a la revisión técnica y así usarlo para transportar la droga.
"Estoy muy mal, destrozado, es una cosa de locos lo que pasó, no se lo deseo a nadie. Es una cosa de locos de parte de esta persona que usa la amistad para hacer una cosa de este tipo. Han puesto al Cardenal en primera plana por algo en lo que obviamente no tiene nada que ver", expresó al referirse al caso de Di Dio y otro italiano que fueron detenidos el domingo en Francia con cuatro kilos de cocaína dentro del vehículo.
Visiblemente consternado, el sacerdote relató al diario argentino La Nación que todo comenzó el viernes cuando, sin imaginarse jamás lo que podría suceder, le dio el auto a esta persona que conoce desde hace 10 años para que lo llevara a un taller para una revisión.