En declaraciones a la cadena CNN, el Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, Cardenal Javier Lozano Barragán, aseguró que dejar morir de hambre a Terri Schiavo “es eutanasia”.
Según el Purpurado mexicano, el retiro de la sonda alimenticia busca matar directamente a una persona.
Aunque la Iglesia está en contra de mantener viva a una persona a cualquier precio –especialmente si la intervención médica prolonga la agonía del paciente– el Vaticano ha aclarado que la alimentación e hidratación por vía artificial a una persona con daño cerebral no constituye una terapia agresiva.