El Arzobispo de Guatemala, Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, señaló que los Acuerdos de Paz que hace 11 años pusieron fin a la guerra interna deberían ser relanzados por el nuevo gobierno.
El "Acuerdo de paz firme y duradera" fue firmado el 29 de diciembre de 1996 entre el gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), con el que se puso fin a más de 30 años de confrontaciones armadas.
El Acuerdo estableció también que "de aquí en adelante empieza la tarea de preservar y consolidar la paz, que debe unir los esfuerzos de todos los guatemaltecos… y sentar las bases de un nuevo desarrollo"; para lo cual propuso un conjunto de medidas sociales que, según el Purpurado, aún siguen pendientes.