El Papa Benedicto XVI nombró como nuevo Vicario para la Diócesis de Roma y Arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán al Cardenal Agostino Vallini, quien hasta ahora se desempeñaba como Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Sucede así al Cardenal Camillo Ruini, quien sirviera en el cargo desde 1991.
En esta ocasión, el Santo Padre recibió a 400 representantes del Vicariato de Roma, con quienes recordó a su predecesor. Colaborando con él, dijo Benedicto XVI, "nos hemos sentido arrastrados por su excepcional fuerza espiritual, enraizada en la oración, en la unión profunda con Jesucristo y en la intimidad filial con su Madre santísima. El carisma misionero de Juan Pablo II tuvo un influjo determinante durante su pontificado, en especial en la preparación del Jubileo del 2000, como se verificó directamente en la diócesis de Roma, la diócesis del Papa, gracias a la dedicación constante del cardenal vicario (Ruini) y de sus colaboradores".
Seguidamente puso como ejemplo de esta labor "la misión ciudadana de Roma y los 'Diálogos en la catedral', expresión de una Iglesia que en el mismo momento en que 'tomaba más conciencia de su identidad diocesana se abría a una mentalidad misionera y a un estilo coherente con ella, destinados a durar no solamente el tiempo de una estación, sino a ser permanentes".