El Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, celebró ayer una Misa en la que exhortó a los 40 mil monaguillos de todo el mundo que participan de una peregrinación a Roma, a colocar sus dones y talentos al servicio de Cristo y la Iglesia.
El Cardenal vienés recordó a los niños y jóvenes que "la Iglesia no es un museo ni mucho menos una colección de ‘caprichitos’ personales, sino una comunidad viva, en la cual es posible percibir la esperanza del mundo".
"La Iglesia -continuó el Purpurado- no está muriendo, como a muchos les gusta afirmar, por el contrario es un signo de esperanza. A ustedes, niños y jóvenes que sirven en el altar, les digo que no son 'guardianes de un museo' ni la 'retaguardia de una Iglesia en declive', por el contrario, son ustedes, niños y jóvenes del mundo entero, quienes portan a través de Cristo, la esperanza para el mundo, la única capaz de prometer un buen futuro".